Manuel llevaba dos años perteneciendo a un grupo de whatsApp, en el cual y a través del mismo se enviaban mensajes con el fin de seguir teniendo contacto. Y como en todos los grupos, no todos piensan igual, y no todos tienen la misma capacidad de ver las cosas. Al final la envidia de algunos, dividió el grupo.
Que fuerte es la envidia
lo que llega a ser
y el que la padece
no la quiere ver
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Cegado en su mundo
y en su padecer
creyendo que todos
son menos que el
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Ligado a la envidia
el rencor está
hacia uno mismo
y hacia los demás
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Y no se dan cuenta
que la envidia es
lo que no te deja
ni ser, ni no ser
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Manuel se había quedado tranquilo, de borrarse al menos de recibir, unas descalificaciones, alimentadas únicamente por el ego de algunos. Pero no así de seguir manteniendo relación con algunos amigos.
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