sábado, 16 de julio de 2011

ESPERANDO A DIOS

Uno de los peores momentos, y vivencias de nuestras vidas, es ver como se apaga la vida de un ser querido. De la misma forma como se apagan las luces simultaneas de una frecuencia temporizada.
Donde estas, mi Dios
que esperando estoy
déjame decirte
si preparado estoy
******
Tu pones la fecha, y el momento yo
deja que despida , el mundo que Tú, me has otorgado
y a quien a mi lado
Tú me lo has cruzado
******
Ya estoy preparado
si quieres venir
que aquí esta tu siervo
como siempre fui
******
Pero ven sin prisas
que no va de años
que a la vida eterna
hay que ir despacio.
******
Manuel hoy mismo había asistido al sepelio del hijo de un compañero de trabajo, tan a penas 4 años, este niño ni conocía a Dios, ni lo estaba esperando, y mucho menos sus padres. Pero se ha marchado.

2 comentarios:

  1. Me has emocionado José Luis...A todos nos llegará la hora, pero me parece un poco injusto que a los cuatro años ya nos deje, ain apenas haber sentido la vida.
    Qué horror!!!

    Un abrazo

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  2. La muerte de un niño siempre es algo que nos parece injusto. Se ve privado de la vida...Pero también se le alivia de todo lo que habría sufrido a lo largo de ella...Y quizá está ahora en la auténtica vida...
    Todo esto es un misterio. Un abrazo: Joan Josep

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