La semana pasada Manuel había tenido que hacer un viaje a Hungria, un viaje relámpago, que cuando se lo comento a un amigo, este le dijo, ¡que suerte tienes tío !. El se quedo pensando y así pensó.
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No es ninguna suerte amigo
el que tenga que viajar
simplemente es mi trabajo
y lo tengo que acatar
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No creas que hago turismo
porque a penas puedo ver
la ciudad donde me encuentre
tan apenas el hotel
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Suerte si que es la tuya
el que puedas disfrutar
cada día de tus hijos
y en tui cama descansar
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En cambio me habré perdido
un tercio de disfrutar
en la vida de mis hijos
de lo que han vivido ya
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Pero el estaba mas que resignado y acostumbrado, pues se hacia suponer que si lo hacia era porque le gustaba ( sin saber el que). Pero reconocía que cuando estaba una semana sin viajar, se ahogaba. Y como no dependía de nadie enseguida le salia un viaje.
Y todo lo compensaba con lo que aprendía en la calle y de otras costumbres.
Todos deseamos lo que no tenemos. El que viaja mucho por cuestiones de trabajo, está cansado de deambular y el que no lo hace está deseando salir a respirar aires nuevos. Nadie está contento con lo que tiene.
ResponderEliminarUn abrazo